Uno de los momentos más tristes es la despedida de nuestro “amigo de cuatro patas”. La muerte de los animales de compañía, ya sea un perro, gato o cualquier otra especie, con quien se han compartido años de convivencia es un fuerte golpe emocional. Puede tener tal impacto en la familia que produce un duelo semejante al que se tiene con un ser humano querido. En muchas ocasiones, es una etapa de dolor e incomprensión, porque hay quienes pueden no entender esos sentimientos a causa de “un simple perro”.
Quien
decide integrar a un animal en su familia es consciente de que la esperanza de
vida es menor que la de los humanos. Pero, aunque se tenga en cuenta esta
realidad, su pérdida puede desencadenar sentimientos de tristeza profunda.
El
licenciado en psicología Alexis Alderete (MP 85367), especialista en trastornos
de ansiedad y entrenamiento en habilidades de Fundación Foro, explicó: “El
duelo por una mascota se puede entender como el proceso emocional que
atraviesan las personas ante la pérdida de su mascota, en la cual hay
sentimientos de profundo dolor por la muerte de un ser querido que se asemejan,
en algunos casos, a los de un familiar”.
Y
agregó: “Es importante reconocer que la pérdida de una mascota puede ser una
experiencia significativa y dolorosa para muchas personas, y el proceso de
duelo es natural y debe ser respetado y comprendido por los allegados”.
Emociones
y sentimientos
El
licenciado Alderete afirmó que el duelo por la pérdida de un animal de compañía
puede conducir a síntomas de depresión en algunas personas, como aquellas que
vivían solamente acompañadas por él.
“Los
recuerdos de los momentos compartidos con la mascota pueden ser reconfortantes,
pero también pueden desencadenar sentimientos de tristeza profundos”, indicó.
En
muchos casos, el entorno puede no entender completamente la intensidad del
dolor que se experimenta tras la pérdida de una mascota, lo que a veces puede
hacer que las personas minimicen o desestimen el dolor que se está sintiendo.
“Esto
lleva a que muchos de quienes atraviesan la pérdida de una mascota, no quieran
contar lo sucedido por el miedo a ser juzgadas o a minimizar sus sentimientos.
Además, la sociedad suele tener expectativas distintas a la intensidad y la
vivencia del duelo, el cual debe sentirse de forma distinta en comparación con
la pérdida de un familiar”, señaló Alderete.
La
relación de cariño y protección que se alcanza con perros y gatos y otros
animales es la responsable de que, cuando se pierde a una mascota, se
desencadenen las mismas fases que las que se producen por la muerte de un ser
humano cercano: negación, ira, depresión y aceptación.
Escuchamos
en este episodio al licenciado en psicología Alexis Alderete (MP 85367),
especialista en trastornos de ansiedad y entrenamiento en habilidades de
Fundación Foro….
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