El debate sobre cómo la economía dominante a
lo largo de los tiempos instaló diversos mitos sobre indicadores económicos, el
trabajo remunerado, los roles de varones, mujeres y disidencias en la
estructura patriarcal laboral para sostener e impulsar este sistema económico y
social que sigue reproduciendo desigualdades y opresión, fue uno de los ejes
centrales del 36° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis,
Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries, donde por primera vez
participaron trabajadoras del hogar de distintos países.
Durante la charla taller “Por qué la economía
siempre nos mintió, desarmemos mitos para la revolución”, a cargo de Cristina
Carrasco Bengoa, economista feminista chilena-catalana; Flora Partenio,
investigadora y activista argentina y miembro de la organización Dawn; y la
investigadora del Conicet, Corina Rodríguez Enriquez, se plantearon y
desarmaron dos mitos de la “economía ortodoxa" que se impone a "dar
precisiones sobre lo que pasa, por qué pasa, lo que puede llegar a pasar” a
través de "una serie de afirmaciones y conceptos que transmiten con fuerza
de verdad y que en realidad son mitos”. Entre ellos, el mito de los indicadores
económicos que no reconoce el trabajo doméstico y de cuidados como parte de la
constitución del PBI; y el mito de los indicadores laborales que calcula la
tasa de empleo invisibilizando las tareas de cuidado y de producción para el
propio consumo.
Corina Rodríguez dio detalles sobre los mitos
que se plantearon y sus implicancias para la vida de las mujeres y disidencias.
Según explicó la economista feminista, “el mito del Producto Bruto Interno
(PBI) de la economía convencional, que considera la medida del progreso de las
economías y a partir de eso sugiere que lo que necesitan hacer los países es
lograr que su PBI crezca y en ese PBI estaría representando el valor de todo lo
que esa economía produce”. En este sentido, explicó que “desde la economía
feminista critican esa idea por varias razones” y puntualizó: “Una es porque
esa medida oculta un montón de actividades que están invisibilizadas, que no se
cuantifican, que no se cuentan". En este sentido, afirmó que "la más
notoria es probablemente el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que es
esencial para sostener el sistema y sin embargo no forma parte de esa cuenta
del PBI”.
Luego definió el segundo mito de los
indicadores laborales y cómo calculan la tasa de empleo y desempleo
"invisibilizando los trabajos de cuidado y de producción para el propio
consumo". Además, cómo las estadísticas laborales definen, por ejemplo,
cuando una persona está en una situación de actividad económica, es decir que
participan en el mercado laboral, y las que se consideran inactivas. En este
sentido, Cristina Carrasco dio un ejemplo durante el taller. Detalló cómo en un
hogar donde hay una madre que está durante todo el día haciendo las tareas
domésticas y cuidando de su hijo, según las encuestas de fuerza de trabajo es
considerada inactiva; mientras que su hijo que ya es mayor y que está buscando
empleo, no lo consigue, "entonces se pasa el día en el sillón mirando el
celular, al ser una persona que está buscando empleo se considera activa,
aunque en la realidad no está haciendo nada en comparación con lo que hace su
madre”. Corina expuso esta situación e insistió en estas narrativas son mitos
que estructuran la sociedad económica y socialmente y deben “disputarse” para
que las mujeres y disidencias puedan tener una libre elección de sus
decisiones.
Escuchamos las diferentes exposiciones en este
episodio…
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