En medio de un clima social cargado de emociones, "la decepción" parece tener un papel protagónico en el estado de ánimo de las personas, pero en muchos casos, no es reconocida y es confundida con otros sentimientos.
"La decepción es una emoción que las personas
experimentan cuando las expectativas, anhelos o deseos no se cumplen de la
manera que esperaban. Puede manifestarse por una variedad de situaciones, como
relaciones personales, en el ámbito profesional, expectativas no cumplidas en
la vida, y mismo la realidad actual de un país. Puede ser una emoción dolorosa
y difícil de enfrentar, y es normal experimentarla en la vida" comenta el
psicólogo Alexis Alderete.
La decepción puede afectar profundamente la
salud mental, provocando sentimientos de tristeza, desesperanza y enojo.
"Cuando el impacto de la decepción es muy
alto, es natural sentirse triste. Y Cuando la acumulación de las decepciones no
se resuelve, puede llevar a la depresión" explica Alderete.
"En una sociedad cada vez más llena de
expectativas y desafíos, aprender a manejar la decepción es un paso importante
hacia la resiliencia emocional" concluye el especialista.
·Aceptación: La primera etapa es reconocer que
estamos atravesando por una decepción y permitirse sentirla para que pueda
fluir de forma normal. Negar o reprimir nuestros sentimientos puede empeorar la
situación.
·Comunicación: Cuando la decepción surge por
una relación con otra persona, entablar una comunicación abierta y honesta de
lo que estamos atravesando lleva a resolver los malentendidos.
·Ser resiliente: Puede ser una oportunidad
para aprender y crecer como persona. Al identificar en qué aspecto de nuestra
vida debemos mejorar podremos canalizar nuestra energía y obtener mejores
resultados a futuro.
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