El 15 de septiembre se celebró el Día Mundial del Linfoma, con el objetivo de promover los diagnósticos tempranos y la investigación. Se trata de una iniciativa impulsada por la Red Mundial de Asociaciones de Pacientes con Linfoma .
Con este día se pretende concienciar a la población general respecto al grave impacto que tienen los diversos tipos de linfoma sobre la vida de los pacientes, así como también promover prácticas que faciliten el diagnóstico temprano y oportuno de esta enfermedad.
Además, se busca despertar el interés de
diversas autoridades sanitarias públicas y privadas respecto a la necesidad de
apoyar la investigación científica del tema e implementar políticas públicas
destinadas a brindar atención integral de los pacientes y sus familias.
Muchos de los síntomas iniciales (como fiebre,
sudoración nocturna, cansancio y hasta inflamación de los gangueos linfáticos)
pueden llegar a confundirse con los de otras enfermedades, de modo que un
diagnóstico adecuado requiere de estudios.
Un linfoma es un tipo de cáncer de la sangre
que se desarrolla en el sistema linfático y afecta fundamentalmente a los
linfocitos, que son un tipo de glóbulo blanco.
Existen dos grandes tipos de linfomas: los
linfomas de Hodgkin (LH), que suponen el 10% de todos los casos y se curan en
la mayoría de los pacientes, y los linfomas no Hodgkin (LNH), que son el 90%
restante y conforman un gran desafío respecto a su diagnóstico (en función del
tipo de células inmunes afectadas y los biomarcadores implicados), su
comportamiento y tratamiento.
Sólo el 18% de los pacientes tenía
conocimiento sobre un linfoma previo a ser diagnosticado.
Escuchamos en este episodio a Haydée González,
presidenta de la Asociación Civil Linfomas de Argentina.
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